¿Cómo elegir un animal de compañía? Antes de adquirir un animal de compañía, debe estar seguro de que se adapta a su modo de vida actual y futuro; ya que los cachorros crecen y los gatos pueden usar los muebles de la casa para arañar si no se les proporciona un sucedáneo adecuado.
Una de las primeras cosas es decidir si se quiere un animal puro o un mestizo. Cada uno tiene sus ventajas e inconvenientes. Si bien es cierto que los mestizos poseen el llamado «vigor híbrido», es decir, tienen menos predisposición que los de raza pura a padecer algunos problemas médicos heredables tales como displasia de cadera, alergias, etc. sin embargo, es más difícil predecir su aspecto cuando sean adultos. Sí, por el contrario, le interesa más conocer cuál será la conducta, tamaño corporal y capa de su animal cuando crezca, piense en adquirir un animal de raza pura de ascendencia conocida.
Al adquirir un animal de compañía hay que considerar que son seres vivos y, por tanto, necesitan que se les dedique tiempo y atención, son algo más que un mero objeto de diversión o exposición. Algunas razas le pueden atraer por su aspecto físico, pero hay que tener en cuenta que por ejemplo los gatos persas necesitan ser cepillados a diario, al igual que los perros de pelo largo.
¿Edad para un animal de compañía?
Otro punto a tener en cuenta es la edad para elegir un animal de compañía: adquirir un cachorro o un adulto. Si no tiene demasiado tiempo y paciencia para educar un cachorro o no quiere correr el riesgo de que le destroce la casa, puede que le convenga adquirir un animal adulto. Ya que son capaces de soportar ausencias más largas de sus dueños, tienen menos problemas de juego excesivamente eufórico y poseen un carácter más o menos definido, lo cual no quiere decir que no se vayan a adaptar a nuestra familia perfectamente.
Si prefiere un cachorro, debe saber que son más receptivos a la socialización desde las 3 a las 12 semanas de edad. Lo mejor es que permanezcan con su madre y hermanos de camada hasta las 6-8 semanas y después sea presentado al mayor número posible de personas y animales en su nueva casa. En su defecto es fundamental que si un cachorro es separado de su madre antes de este período, esté expuesto posteriormente a un «adulto regulador», que le enseñará por ejemplo a controlar la potencia del mordisco cuando esté jugando.
Los gatitos son más receptivos a la socialización de las 2 a las 7 semanas de edad, por ello es muy importante que los gatitos reciban el contacto y la exposición adecuados antes de las 7 semanas de vida. En caso contrario, es posible que no sean adecuados para convivir con una familia en el futuro.
¿Sexo del animal de compañía?
En cuanto al sexo para elegir un animal de compañía, los perros machos son algo más dominantes y activos, pero las hembras suelen ser más fáciles de educar y acostumbrar a la casa. La castración de los gatos reduce el olor a orina y conductas como luchar, rociar orina y vagabundear, pero no ejerce efecto alguno sobre la caza. Algunas hembras también rocían con orina durante la época de celo. Hay que saber que aproximadamente el 10 % de las gatas castradas y el 5 % de los machos castrados siguen rociando con orina.
Si queremos evitar o reducir de modo importante los problemas de conducta es necesario someter a los perros a ejercicio suficiente para que derrochen energía, esto es especialmente importante en las razas criadas para resistencia y trabajo (por ej.huskies, pastor alemán, labrador).
En general, un perro ha tenido ejercicio suficiente si después de su paseo se tumba y descansa. Hay que tener en cuenta que el ejercicio sin restricción no es saludable para todos los perros; por ejemplo, los de razas gigantes no deben ser sometidos a ejercicios agotadores. Las sesiones de juego, ejercicio y adiestramiento deben formar parte de la rutina diaria.
Si a los gatitos se les proporciona ejercicio y contacto social, es menos probable que desarrollen conductas poco deseables como la actividad nocturna, arañamiento, agresión en el juego, actividad eufórica, etc. Se les debe ofrecer un poste adecuado para que arañe, si queremos evitar que lo haga con los muebles de la casa. No hay que olvidar que los gatos son animales predadores, por tanto, las sesiones de juego deben ser ideadas, por lo menos en parte, para proporcionar blancos para la persecución y el ataque súbito.
Otras consideraciones para elegir un animal de compañía
También hay que tener en cuenta que los gastos para elegir un animal de compañía, ya que no terminan en su adquisición. Si no que tienen gastos de veterinario, vacunaciones, manutención, etc.; no suponen el mismo gasto, un pequeño yorkshire que un mastin.
Otro factor a tener en cuenta son las dimensiones de la casa, patio o jardín; por el hecho de que los animales necesitan tener espacio para desenvolverse adecuadamente, o en caso contrario pueden gastar el exceso de energía, destrozando la casa, vocalizando constantemente.
Hay que considerar la disponibilidad de tiempo, horario y actividades de la familia que desee adquirir una mascota, nos pueden gustar mucho los perros, pero necesitan ser sacados a la calle un mínimo de tres veces a la ida de forma más o menos regular. Si tiene un trabajo en el que está fuera de casa más de 12 horas, puede que un perro no sea la elección más idónea, tal vez fuese mejor un gato o un acuario con peces.
Por lo tanto, hay que ser consecuentes a la hora de adquirir un animal de compañía, ya sea previo pago de un importe determinado, ya sea regalado o con intención de salvarle de un futuro incierto. No dude en consultar con su veterinario, seguro que le asesorará sobre qué mascota adquirir y dónde puede hacerlo.