Labrador de 11 años castrada y un Poodle miniature castrado de 9 años. Es test de cortisol no determinó el diagnóstico de hipercortisolinemia en niguno de los dos caninos; sin embargo, la ultrasonografía reveló un tumor adrenal unilateral en ambos caninos.
La concentración sérica de 17-hidroxiprogesterona, progesterona y estradiol estaban altos en ambos perros, y la concentración de androstenediona se encontró elevado en uno. Se sospechó que la secreción de hormonas sexuales era lo responsable de la sintomatología hiperadrenocortical que presentaban.
Los síntomas y las anomalías hormonales se resolvieron en el macho posteriormente a la extirpación quirúrgica del tumor. En la hembra, en cambio, no hubo mejoría en los signos clínicos después del tratamiento con mitotane y murió a dos meses del diagnóstico. La evaluación histológica confirmó la presencia de carcinoma adrenocortical en ambos perros.