¿Cómo prevenir enfermedades de los huesos del perro? Existe una serie de enfermedades que pueden comprometer la salud de los huesos del perro, así como las articulaciones. Entre los más conocidos están la osteoporosis, la artritis, la artrosis y la displasia de cadera en los perros. Mientras que muchos problemas óseos son congénitos y hereditarios, otros se adquieren a lo largo de la vida, especialmente cuando los cachorros aún son cachorros.
En esta fase, acontecimientos como enfermedades, traumas (caídas, atropellos, etc.) y una alimentación inadecuada pueden generar o agravar en el futuro patologías relacionadas con los huesos del perro y las articulaciones.
Por ello, es importante redoblar la atención y los cuidados durante los primeros 12 meses de vida del animal. Aunque muchas situaciones están fuera de nuestro control, a continuación enumeramos 5 consejos que te ayudarán a prevenir enfermedades óseas y articulares en tu perro. Compruébelo.
¿Cómo prevenir las enfermedades que afectan a las articulaciones y los huesos del perro?
1. El pienso para el perro debe ser de calidad y adecuado a la edad del animal
Una nutrición adecuada durante los primeros meses de vida del cachorro es crucial para prevenir enfermedades óseas en el futuro. Un desarrollo óptimo requiere una dieta equilibrada en cantidad, calidad y proporción de nutrientes. El alimento para cachorros está formulado con vitaminas y minerales que ayudan en el proceso de formación de los tejidos y la estructura ósea del animal.
Por otro lado, hay que tener cuidado con la cantidad excesiva: la sobrealimentación de un cachorro puede hacer que alcance el peso de un perro adulto más rápidamente, comprometiendo los huesos y las articulaciones en el proceso. Por lo tanto, es mejor asegurarse de que la curva de crecimiento sea lenta y constante, sin un aumento repentino de peso.
2. Ver a los cachorros moverse puede prevenir las enfermedades de los huesos del perro
Los cachorros son muy frágiles y por eso es importante estar siempre atentos a todo lo que hacen a lo largo del día. Los grandes esfuerzos, los saltos de altura, los giros bruscos y los resbalones pueden generar traumas y comprometer la correcta formación de huesos y articulaciones. A pesar de los riesgos, no es necesario que dejes de divertirte con tu cachorro: ¡sólo debes tener cuidado y establecer algunos límites para correr y jugar!
3. Adapta tu casa para proteger a tu perro de las enfermedades de los huesos
En casa, nunca se es demasiado cuidadoso para evitar que tu cachorro sufra cualquier tipo de traumatismo o lesión en sus patas. Si es posible, limite el acceso de su mascota a las escaleras y rampas de la propiedad. También es interesante cubrir los suelos resbaladizos o las superficies muy duras (como las zonas de hormigón) con alfombras y materiales antideslizantes que amortigüen el movimiento de los cachorros.
4. Controla el peso de tu mascota para evitar la artrosis en los cachorros y otras enfermedades
El sobrepeso y la obesidad se encuentran entre las principales causas de la artrosis y la artritis caninas en los perros. Para evitar que los kilos de más estresen demasiado los huesos y las articulaciones del perro, es importante que se mantenga una rutina equilibrada con el animal: los paseos con el perro, los juegos seguros y una dieta sana y guiada por un veterinario de confianza son fundamentales para evitar enfermedades óseas. La artritis y la artrosis en los perros se suavizan si los animales tienen un peso saludable.
Por lo tanto, fomente la actividad física regular para que su mascota queme calorías y minimice la rigidez muscular sin generar una tensión adicional en las articulaciones.
Además del ejercicio, el veterinario puede prescribir algunos medicamentos para la artritis canina, suplementos y antiinflamatorios para la artritis canina. Algunas causas de artritis, como la displasia de cadera o de codo, suelen requerir una intervención quirúrgica.
5. Reconocer los signos y tratar el problema óseo lo antes posible
Si ves que tu perro cojea o sospechas que está perdiendo movilidad y siente dolor, llévalo a ver al veterinario inmediatamente. El origen del problema puede ser menor y resolverse por sí solo, pero otros pueden ser más graves y provocar cojera permanente o afecciones debilitantes, como la artritis canina.
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