A diferencia de las personas, los animales cuentan con ciertos sentidos más desarrollados, que les permiten identificar sensaciones diferentes o inusuales para las personas.
Esto es muy habitual especialmente, en los perros y los gatos, pues se han observado en ellos comportamientos fuera de lo normal, como ladrar y maullar sin razón aparente, quedarse con la vista fija en espacios vacíos o reaccionar atemorizados o irritados de la nada.
¿Pueden las mascotas ver más allá de lo que el ojo humano es capaz de observar?
Antes del terremoto que azotó al país de Chile en el año de 1960, se cuenta que muchos perros comenzaron a aullar de manera inexplicable, horas antes de que el trágico suceso se desencadenara, como si presintieran lo que estaba a punto de suceder.
Otro caso muy famoso, es el de la mascota del político inglés Winston Churchill, un gato que permaneció junto a él durante las horas previas a su fallecimiento, en la misma habitación. El felino se había pasado toda la noche maullando, antes de que Churchill fuera encontrado muerto al amanecer; tal como si el animal hubiera sabido de antemano que no le quedaba mucho tiempo de vida.
No cabe duda de que los vínculos que los animales llegan a desarrollar con sus dueños, son muchas veces más fuertes de lo que imaginamos.
De igual manera que en las anécdotas anteriores, ha llegado a saberse de canes que viajan miles de kilómetros para hallar a sus familias o de gatos que parecen contar con la capacidad de detectar presencias extrañas en los lugares en donde habitan.
No olvidemos que algunos de sus sentidos básicos, como el del oído y el del olfato, se encuentran también mucho más evolucionados que los nuestros. Quizás a partir de ahora, debas poner más atención a los comportamientos «inexplicables» de tu perro o tu gato.
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